Es
de suma importancia evitar que los bosques del mundo sufran daños. Los bosques
son recursos mundiales importantes que proporcionan una amplia gama de
beneficios medioambientales, económicos y sociales. Suministran diversos
productos valiosos, como madera, leña, fibras y otros productos forestales
madereros y no madereros, y contribuyen a los medios de vida de las comunidades
rurales.
Asimismo, proporcionan servicios eco
sistémicos esenciales, como la lucha contra la desertificación, la protección
de las cuencas hidrográficas, la regulación del clima y la conservación de la
diversidad biológica, y desempeñan una función importante en el mantenimiento
de los valores sociales y culturales. Los bosques también pueden desempeñar un
papel importante para hacer frente a los problemas generados por el cambio
climático mundial. Por ejemplo, absorben el carbono de la atmósfera y lo
almacenan en los árboles y los productos forestales.
Si
los bosques se gestionan adecuadamente, también pueden proporcionar madera, una
alternativa renovable a los combustibles fósiles. La conservación de toda la
superficie forestal, la replantación de los bosques talados y la ordenación
forestal con objeto de mantener un crecimiento vigoroso son maneras importantes
de reducir la acumulación de dióxido de carbono en la atmósfera.
Los bosques y las selvas constituyen ambientes naturales insustituibles. Poseen varios estratos vegetales que suelen estar caracterizados por árboles de diferentes tallas, arbustos, helechos arborescentes, plantas de menor porte y un rico sotobosque de hierbas adaptadas a condiciones de menor iluminación y mayor humedad que los estratos superiores. Estas “capas”, cuyas estructuras vegetales entrelazan ramas, raíces y troncos, proveen una gran diversidad de hábitats a otras especies de plantas, parásitas y trepadoras, y de los más variados animales. Por lo tanto, la desaparición de bosques y selvas como consecuencia de la tala indiscriminada no sólo produce una disminución de la biodiversidad vegetal sino también representa la pérdida irreversible del hábitat natural de esas numerosas especies animales.
La desaparición de la
cubierta vegetal de bosques y selvas ha conducido a la erosión y desertización
de muchas zonas de la Tierra, en virtud de la fragilidad y labilidad del suelo
boscoso y selvático una vez desprotegido de su cobertura vegetal natural. Este
hecho se produce con mayor rapidez en zonas tropicales y subtropicales húmedas.
Los bosques son ecosistemas formados por
árboles y en ellos se encuentra aproximadamente el 70 por ciento de toda la
biodiversidad que posee la tierra. “Analistas consideran que, en los inicios de
la tierra, nuestro planeta estaba constituido en un 80 por ciento por árboles,
pero la presencia de la especie humana ha hecho que estos, con el pasar de los
años vayan desapareciendo”.
La presencia de
árboles produce oxígeno nuevo y capta dióxido de carbono para asegurar su
biomasa y formar las ramas, el tronco y las hojas; la otra parte la guardan.
Cuando estos se talan, el carbono en su estructura se libera y se convierte en
una fuente de CO2, uno de los gases del efecto invernadero, (20 % de
emisiones anuales de gases) que causa el aumento de la temperatura global de la
tierra, los árboles enjaulan en su estructura las giga-toneladas de carbono y
al cortarlos envían a la atmósfera estos gases que tienen concentrados.
Es decir, si
faltan los árboles que ayudan a limpiar el aire, la contaminación de este
aumenta, porque no hay reducción de las emisiones de los gases de efecto
invernadero, uno de los problemas ambientales de alto riesgo que está agotando
la capa de ozono. “Cuando no se privilegia la conservación de los bosques y
vegetación en general, se generan deslaves, inundaciones y demás daños a los
ecosistemas y a la población humana”.
Desde la política, deben
promoverse medidas que detengan la deforestación a gran escala y promuevan la
restauración, como la creación de reservas y corredores biológicos y el pago
por servicios ambientales. La sociedad también puede apoyar la causa. Cualquier
esfuerzo, por pequeño que sea, puede sumarse y lograr un gran impacto positivo.
CONCLUSIÒN
En resumidas palabras podemos
decir que es muy importante cuidar de los arboles ya que son muy necesarios
para purificar el aire y que no debemos talarlos ya que al hacer esto estamos
provocando un daño también a la sociedad porque producto de cortar los árboles
se producen deslizamientos, inundaciones entre otras tragedias. También esto
provoca que muchos animales del bosque se queden sin hogar ya que como sabemos
la selva es su habitad. A continuación, mostrare una de las soluciones para
conservación de los bosques.
Reforestar, es decir,
sembrar árboles para recuperar los bosques ya talados, a la vez que la capa
superior del suelo, con árboles que se adapten a las condiciones climáticas y
del suelo y de los ecosistemas.
Tala balanceada, la cual se
puede regular con árboles jóvenes que reemplacen a los más viejos en todos los
bosques y selvas.
Educación ambiental:
iniciar procesos para reformular actitudes, valores, prácticas de los
individuos entre sí y de la sociedad en relación con su responsabilidad con la
naturaleza, para protegerla y conservarla.
Referencias
Marcano, R. (21 de Marzo de
2020). La contaminaciòn . Obtenido de La contaminaciòn :
https://lacontaminacion.org/la-importancia-de-los-bosques/
Oshiel Martínez, J. S. (2019). LA PROTECCIÓN A LOS BOSQUES Y LA AGENDA
DEL DESARROLLO EN MÉXICO. Revista de divulgaciòn cientìfica y tecnològica
de la universidad autònoma de nuevo leòn.
Rodrìguez, V. A. (30 de Septiembre de 2020). The conversation. Còmo podemos
salvar los bosques entre todos.
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